Comenzaré por contextualizar la situación, para que después nadie crea que nos estabamos burlando de un viejo una persona de la 3º edad, ni nada por el estilo.
En la universidad nos pidieron realizar un trabajo en donde el tema que escogimos fué «el estrés en Santiago». Cámara en mano caminamos por Paseo Ahumada cuando cachamos divisamos a uno de los tantos locos señores «evangélicos».
Pensamos que una buena idea era grabar el contexto del predicador en donde, su afán por que todo el mundo los escuche, grita a viva voz la «palabra del señor». Los transeúntes pasan por el costado sin tomarlo en cuenta.
El fin principal era retratar a una sociedad estresada, en donde por más que una persona grite y grite, no lo inflan logra captar la atención de las personas que transitan a esa hora, probablemente, producto del estrés capitalino (en donde lo único que quieren es llegar pronto a sus casas después del trabajo).
Muchos mensajes me han llegado, incluso algunos agarrándome a puteadas insultandome por «jugar con Dios». Sin embargo, me siento de lo más tranquilo, porque yo fuí educado en todo momento, permití que me insultara en pleno centro de Santiago y, más aún, no crucé ni 1 sola palabra con ese viejo weon señor «reformado».
De una u otra forma se convirtió en «profeta», debido a que pudo vaticinar que:
1º Lo subiríamos a internet.
2º Lo trataríamos de borracho
3º Lo desprestigiaríamos.
Amén! Adiós !
Sabotaje / QueTeTraicione 